El lenguaje y la respiración de la selva; la vibración y el estremecimiento del misterio; la armonía de la naturaleza y los cuestionamientos y la agonía del hombre
amigos, os lo presento:
es don Horacio Quiroga
ara, siembra, talla, boga,
y es además rey del cuento.
Estos versos de Baldomero Fernández Moreno disparan jovialmente la flecha que proyecta la literatura de Horacio Quiroga como una extensión de sus actividades vitales.
Quiroga hizo del cuento el molde capaz de contener todas las inflexiones del pensamiento y la emoción.
Escribió, además, poesías, novelas, otras teatrales, crítica cinematográfica y artículos de divulgación con un fervor indeclinable. A lo que hay que agregar que amó, estudió, construyó en la selva y practicó deportes siempre de modo apasionado.
Cumplidos ya los cien años de su primer libro, nadie discute que es la suya una de las trayectorias destinadas a representar a la mejor literatura hispanoamericana.