I
En este patio las sombras me recuerdan
unas plantas por aquí y a otras en un cantero de césped inglés
las reconozco por las masetas
Las piedras ya no están pero las imagino bajo los pies
de un niño jugando a la pelota
II
Ya no reconozco ni a mis compañeras de escuela
a los colores no los encuentro
y no me animo a invitarlas a salir con este cuerpo
que no sabe bailar ni engendró hijos
y ellas siguen allí con sus uñas pintadas de rojo
III
Mis libros no están aquí
y mi memoria los desdibuja
Podría ir hasta ellos pero el depósito
ahora es un taller y las manos que trabajan en un invento
no me pertenecen
Sigo comprando libros a algunos los leo como a los horóscopos
hechos por un conocedor de los diarios que los va cambiando
con las estaciones, los meses y los años
día a día
diciendo lo mismo
IV
Yirica ¿dónde andas?
Cuando intento cantar ya no escucho tu maullido
y me acerco a la columna que sostiene el techo
y miro hacia donde me saludabas y no hay agua
que llueva
V
Por las noches me voy a la jaula
si puedo miro la luna y las estrellas
aspiro y exhalo humo miro las paredes la canilla y el suelo
veo un minerito que cruza como un rayo quien sabe si escarba o se esconde
apago el cigarrillo con agua y cierro la puerta para volver más tarde
VI
Las calles me resultan familiares
Las esquinas todavía existen pero con distintas marcas
a veces me confundo con las direcciones de las avenidas
y camino para encontrarme con aquella otra ciudad
de la que fui extraído por la piedad de los vientos
VII
Madrid y Montevideo me suenan en estas articulaciones
y cuando veo a esos perros callejeros echados a la sombra
doy una vuelta para no pisar la morada de los destierros
VIII
Los saludos son extraños
solo los que se conocen los pescan
pero en las calles siempre hay remolinos y los ojos
se confunden y las manos quedan libres
IX
Jugando a los indios
el abuelo nos dejaba
y perdíamos los jergones
para volver a ensillar
X
Y se ha ido
y se ha ido
todos de festejo
al fin se ha ido
la luna de los despojos
la reina de los entierros
y bailan todos
porque nació un varón
y llegó la noche
y no hubo luna
y los ángeles se perdieron
y el varón
no sabía hablar
XI
Solo con los ojos cerrados puedo escuchar
la violeta voz de la abuela
el olvido de mi padre
la roja mirada del abuelo
el luto de mi madre
y todo tiene un ritmo
de fuegos artificiales
en esta caja de palabras
que pregunta en las esquinas
si alguien vio a Dios
Apocalypsis
Nadie sabe su significado ni porqué
H
O
M
B
R
E
entre paréntesis están escritas las letras
no hay nada que las siga o preceda
Un ángel dijo:
hay que borrarlas
es necesario el papel
Y Dios vio que esto
era bueno